El miedo es una de las energías más potentes que nos encontramos en la vida. Nos empuja a percibir el mundo que nos rodea. No es agradable, pero es parte intrínseca de la vida.
A veces intentamos evitar el miedo: Intentamos controlar el nerviosismo en el cuerpo. Intentamos controlar el miedo, entendiendo sus orígenes. Pero el miedo no se va: Nos da miedo tener miedo, de encarar la inseguridad, de estar en situaciones desconocidas. Invertimos una gran parte de nuestra energía en luchar con el miedo – y convertimos el miedo en una fuerza paralizante.
El miedo es una experiencia física que podemos manejar fácilmente, si aceptamos de encararlo como lo que es: es un flujo de vibraciones físicas, un temblor frío; es un tipo de energía que fluye por nuestro cuerpo. Cuanta más energía tenemos, más fácilmente nos podemos recuperar de heridas y curarnos de enfermedades. Cuanto más poderosos somos, más fácilmente podemos conseguir nuestras metas.